En sus obras, Irina explora la dualidad, la lucha de los opuestos: el caos y el orden, la libertad y el cautiverio, la vida y la muerte, la conciencia y el inconsciente, la personalidad y su ausencia, la soledad y la comunidad.
El artista duda de lo estático y obvio, Irina lee el «otro lado» de los fenómenos y las cosas, mirando el lado inferior de la realidad.
Examina la influencia de los procesos personales profundos en la percepción de la realidad. La realidad que vemos es una y en su opinión, se vuelve completamente diferente. El mundo externo y el mundo interno a través del prisma de su percepción.
El arte de Irina es un viaje a través del laberinto de la conciencia. Estos son encuentros con imágenes y entidades en nosotros mismos, generados por nuestra propia imaginación.
La artista se anima a dejar «Algo» y conocer a «Alguien». Ella está tratando de «dibujar» un plano de la zona, un mapa de «algo» en el que vagamos e intenta escoger la imagen que estamos buscando y que nadie sabe dónde.
Desde el entorno, Irina percibe los acontecimientos que tienen lugar de una manera abstracta y generalizada. Considera el mundo interior como un entorno que vive según sus propias leyes y un mapa del área. En sus obras, Irina muestra la interacción de elementos de la realidad y sus formas abstractas, principalmente geométricas y esquemáticas. Irina busca las claves para entrar en nuevas fases de exploración de su propio espacio interior en psicoanálisis, historia del arte, filosofía, arte contemporáneo y programación.
GALERÍA GAUDÍ 